domingo, 12 de octubre de 2014

LIDERANDO PERSONAS FOCUS. DESARROLLAR LA ATENCIÓN PARA ALCANZAR LA EXCELENCIA. DÍA 8. LEYENDO A LOS DEMAS. LA TRIADA DE LA EMPATIA. (Daniel Goleman).

LIDERANDO PERSONAS

FOCUS.  DESARROLLAR LA Atención PARA ALCANZAR LA EXCELENCIA. Día 8. LEYENDO A LOS DEMAS. LA TRIADA DE LA EMPATIA. (Daniel Goleman).

Hace algún tiempo una compañera del equipo de dirección me comentaba la dificultad con la que se encontraba a la hora de interpretar o leer entre líneas.  Y cierto es que no todos tenemos la misma sensibilidad de poder tener en cuenta indicios y captar señales emocionales, por mínimas que sean (leve dilatación de pupilas, elevación de cejas…) para interpretar los sentimientos del resto de la gente.

Bien gestionado este talento puede aumentar nuestra inteligencia social y hacernos saber cuando un tema es delicado, cuando una persona prefiere estar sola o cuando necesita una palabra de aliento.

He de decir que poquísimos son los lideres que he tenido que hayan tenido esta inteligencia social desarrollada.

Los gestos siempre ocurren poco antes de la parte más enfatizada de lo que uno está diciendo, de ahí que cuando no  existe sinceridad, los gestos van después de las palabras y no al revés.

La lectura de metamensajes transmitidos por canales no verbales se produce de manera instantánea, inconsciente y automática. “Es imposible no atribuir un significado a lo que alguien nos dice” (Casell). Toda información que nos llega de otra persona, transmite de continuo mensajes inconscientes que nuestro sistema se ve obligado a interpretar, de ahí el dicho científico de que el lenguaje no es nunca inocente.

Esta información no verbal nos impacta en microsegundos y es recogida por los circuitos ascendentes, y en la mayoría de los casos ignorado por los descendentes.

LA TRIADA DE LA EMPATÍA.-

Veamos las tres variedades de la empatía o de la capacidad de concentrarse en lo que los demás experimentan:

La empatía cognitiva.- Esta es la que nos permite asumir la perspectiva de otras personas, entender su estado mental y gestionar al mismo tiempo nuestras emociones mientras valoramos las suyas. Estas son operaciones usuales del circuito descendente de nuestro cerebro.

La empatía emocional.- Es la que nos permite conectar con otras personas hasta el punto de sentir lo mismo que están sintiendoy experimentar en nuestro cuerpo, un eco de cualquier alegría o tristeza que estén experimentando. Esta es una función de sintonía que solo puede discurrir a través de los circuitos cerebrales automáticos propios del sistema neuronal ascendente.

La preocupación empática.- Va más allá y nos lleva a ocuparnos de los demás y ayudarlos, en el caso de que sea necesario. Esta actitud compasiva se asienta en una combinación de los sistemas ascendente del afecto y el apego y los circuitos descendentes, mas reflexivos, que evalúan el modo en que valoramos su bienestar.

LA EMPATÍA COGNITIVA.-

“Yo sé cómo te sientes”

Es la que nos permite, teniendo en cuenta la forma de ver y pensar de otra persona, entender su perspectiva. Nos ayuda a entender las cosas que se pregunta y a elegir el lenguaje que más se adapte a su tipo de comprensión.

No obstante hay que tener en cuenta que para entender los sentimientos de los demás primero debemos de entender los nuestros. La comprensión de que los demás tienen sus propios sentimientos, deseos y motivos, nos lleva a entender lo que otra persona puede estar pensando o queriendo.

El lado oscuro de la empatía cognitiva aflora cuando alguien la utiliza para descubrir la debilidad de otra persona y aprovecharse de ella. Estrategia típica de los “sociópatas”, que se sirven de su empatía cognitiva para manipular a los demás. Individuos que no sienten ansiedad, lo cual explica el escaso efecto disuasorio que en ellos tiene las amenazas de castigo.

Los sociópatas en lugar de registrar emociones en los centros límbicos de su cerebro, muestran una activación de las regiones frontales, en los centros ligados al habla. Ellos hablan de emociones, pero no las sienten directamente, esto es, en lugar de experimentar las reacciones emocionales normales de abajo arriba, los sociópatas las sienten de arriba abalo.

LA EMPATIA EMOCIONAL.-

“Yo siento tu dolor.”

Las raíces evolutivas de la empatía emocional (que nos permite sentir lo que otra persona esta sintiendo) son muy antiguas. Este es un circuito que compartimos con el resto de los mamíferos que, como nosotros, necesitan prestar mucha atención a las señales de ansiedad de sus crías. La empatía emocional opera en un sentido ascendente, y la mayor parte de la red neuronal destinada a registrar directamente los sentimientos de los demás, radica en regiones evolutivamente remotas ubicadas bajo la corteza, que piensan rápida pero no profundamente. Estos circuitos nos conectan con los demás reproduciendo, en nuestro cuerpo, el estado emocional que están registrando.

El sistema de neuronas espejo es en parte la red responsable en la que se asienta esta resonancia y que aparece a los seis meses de vida.

La empatía depende del musculo de la atención ya que para sintonizar con los sentimientos ajenos es preciso conectar con los signos faciales, vocales y demás indicios emocionales. Empatizamos con el dolor de los demás a través de la ínsula (que vimos su papel en días anteriores), así pues, sentimos en nuestro interior las emociones de los demás cuando nuestro cerebro utilizar para leer los sentimientos ajenos las mismas redes neuronales que emplea para leer los propios, esto es sobre la capacidad de experimentar las sensaciones viscerales de nuestro propio cuerpo.

Sentimos lo que está ocurriendo a otra persona cuando conectamos con nuestra propia ínsula, esto es entendemos lo que sucede en otra persona conectando con nosotros mismos, por lo que la empatía siempre entraña una acto de autoconciencia.

LA PREOCUPACIÓN EMPÁTICA.-

“Cuenta conmigo”.

La compasión se erige sobre la empatía que, a su vez, requiereprestar atención a los demás. Si estamos absortos en nosotros, no nos daremos cuenta de los demás y seguiremos indiferentes a su sufrimiento. Pero cuando nos damos cuenta de su presencia, podemos conectar con ellos, sentir sus sentimientos y necesidades y mostrar nuestra preocupación empática.

El origen de la preocupación empática se asienta en la arquitectura misma del parentaje. Este sistema de circuitos, en el caso de los mamíferos, moviliza preocupación y la acción hacia los bebes y los niños que, en ausencia de sus padres, no podrían sobrevivir.

Esta respuesta se desata por nuestro radar de detectar peligros, la amígdala.

La preocupación empática es un sentimiento de doble filo. Por una parte, está el malestar implícito en la experiencia directa que una persona tiene del sufrimiento de otra, una empatía emocional primaria,semejante a la preocupación que una madre experimenta por su hijo. Pero a este instinto natural de cuidado, sin embargo le añadimos una ecuación social que tiene en cuenta la importancia que atribuimos al bienestar de otra persona.

La contemplación del dolor ajeno moviliza de manera refleja nuestra atención, porque la expresión del dolor es una señal biológica que cumple con la función esencial de pedir ayuda.

Pero siempre hay excepciones:

La empatía al dolor concluye cuando no nos gusta la persona que está experimentando dolor. Con perdón, es la típica frase de:”que se joda”.

Otra excepción es la escasez de recursos, y ello debido a que la necesidad de competir por los recursos, cuando estos son insuficientes, puede llegar a sofocar la preocupación empática, pues la competición forma parte, en casitodos los grupos sociales, de la vida.

Y otra excepción es que, cuando existe una buena razón medica, como que la persona en cuestión esta recibiendo tratamiento médico, nuestro cerebro vibra menos con el dolor ajeno.


Y estudios médicos han demostrado que cuanto más empática se muestre la persona que acompaña a alguien que experimenta dolor, más poderoso será su efecto calmante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario