domingo, 8 de junio de 2014

LIDERANDO PERSONAS EL LIDER RESONANTE CREA MAS. DIA 10. EL TERCER DESCUBRIMIENTO: UNA AGENDA DE APRENDIZAJE. (Daniel Goleman, Richard Boyatzis, y Annie Mckee)

LIDERANDO PERSONAS

EL LIDER RESONANTE CREA MAS. DIA 10.  EL TERCER DESCUBRIMIENTO: UNA AGENDA DE APRENDIZAJE. (Daniel Goleman, Richard Boyatzis, y Annie Mckee)



EL TERCER DESCUBRIMIENTO: UNA AGENDA DE APRENDIZAJE

Empezaremos recalcando que los programas que se centran más en el aprendizaje que en el rendimiento son más eficaces. Las mejores agendas de aprendizaje son aquellas que se centran su atención en el yo ideal más que en la idea que de nosotros puedan tener otros.

Los programas que se centran en el rendimiento suelen tender a socavar la motivación, activar la ansiedad y alentar las dudas sobre la posibilidad de mejorar por lo que no siempre promueven el rendimiento. El establecimiento de objetivos evolutivos nos ayuda a dejar de ser meros espectadores y nos estimula a dar los pasos concretos necesarios para convertirnos en artífices del cambio. En este sentido, los objetivos centrados en el aprendizaje nos proporcionan la posibilidad de realizar una especie de ensayo mental que allana el camino para la transformación concreta de nuestra conducta.

La atención y la corteza prefrontal.

Los indicadores para el cambio de hábitos son tanto de índole neuronal como perceptual. Cuando una persona se predispone mentalmente a hacer una tarea, tiene lugar una activación del córtex prefrontal, la región del cerebro que lleva a cabo las funciones ejecutivas y nos predispone a la acción. La tarea se realiza mejor cuanto mayor es el grado de activación.

La activación de la corteza prefrontal es básicacuando una persona debe de acostumbrarse a dar una respuesta desacostumbra (no habitual), y ello es porque la activación de la corteza prefrontal dirige la atención del cerebro a lo que está a punto de ocurrir, y sin esa activación, la persona incurrirá una vez más en la rutina que se pretende cambiar.

Las habilidades del liderazgo forman parte de un repertorio de hábitos aprendidos de manera inconsciente que no desaparecerán o se modificarán por arte de magia, la superación y modificación de viejos hábitos requiere de un compromiso y de un recordatorio constantes que, con el tiempo dejan de ser necesarios.

Y esto se responde con los cuatros estadios del aprendizaje:

  1. Inconscientemente Incompetentes (II).- Hacemos lo que hacemos sin saber el porqué lo hacemos, es el aprendizaje y ejecución inconsciente.
  2. Conscientemente Incompetentes (CI).-  Activamos la corteza prefrontal y adquirimos la conciencia de los “gaps” con nuestro yo ideal. Sabemos que modificar pero todavía no sabemos cómo.
  3. Conscientemente Competentes (CC).- Sabemos que hacer, hemos trazado nuestro plan, nos comprometemos y nos recordamos constantemente los hábitos a modificar y lo hacemos. La corteza prefrontal va “a tope”.
  4. Inconscientemente Competentes.- Ya no es necesario el recordatorio, hemos practicado las 10.000 horas necesarias para la maestría, ya el hábito se ha modificado y la modificación de conducta se ha convertido en nuestro nuevo habito.


Establecimiento de los objetivos y agenda de aprendizaje.

Es pues necesario el establecerse objetivos y elaborar planes para alcanzarlos. Y para el caso que nos ocupa, los objetivos para esta metamorfosis de liderazgo deben de:

  •  Centrarse tanto en las debilidades como en las fortalezas.
  •  Ser intrínsecos, propios de la persona y no impuestos del exterior.
  • Suficientemente flexibles como para disponer de varias alternativas.
  • Viables y estar graduados y bien escalonados.
  •  Deben de tener en cuenta la modalidad de aprendizaje favorita de la persona. 

Las modalidades de aprendizaje efectivas.-

En este sentido cuatro son las modalidades de aprendizaje más utiles:

  1. La experiencia concreta: tener una experiencia que nos permita ver y experimentar lo que estamos aprendiendo
  2. La reflexión: pensar en la propia experiencia y en la experiencia de los demás.
  3. La construcción de modelos: esbozar una teoría que de sentido a lo que observamos.
  4. Aprendizaje a través del acierto y del error: experimentar activamente con el nuevo enfoque. 

Estos tres primeros descubrimientos del proceso de aprendizaje autodirigido pueden servir para elaborar un programa serio y realista que ayude a alcanzar nuestros objetivos de liderazgo, primero, hemos comparado el yo ideal con nuestro comportamiento real, e identificado las fortalezas y debilidades,  segundo, teniendo en cuenta estos perfiles hemos establecidos objetivos concretos de liderazgo que aspiramos a desarrollar, y hemos esbozado una agenda de aprendizaje concreta que deberemos seguir para consolidarlos. Ahora es cuando entra en juego la última fase del proceso de aprendizaje que consiste en centrar la atención en lo que debemos hacery en buscar el modo de integrar ese aprendizaje en nuestra vida cotidiana.

¡¡¡Feliz semana!!!


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