LIDERANDO
A TRAVES DE LAS EMOCIONES.
EL
LIDER EMOCIONALMENTE EFICIENTE
“Tratando
con gente, recuerda que no estás tratando con criaturas de la lógica, sino con
criaturas de las emociones”. Dale Carnegie
El día 1 de Noviembre de 2011,
dentro de los intangibles del liderazgo, hablábamos de la Madurez Ejecutiva. Vide:
martes, 1 de noviembre de 2011, LOS INTANGIBLES DEL LIDERAZGO. DIA 7 LA MADUREZ
EJECUTIVA (https://guillermoreyardid.blogspot.com.es/2011/11/los-intangibles-del-liderazgo-dia-7-la_1.html).
Las emociones comunican
muchas cosas. La gente infiere contenidos en función de la carga emocional que
observan o detectan. Para un líder es crítico poder gestionar de manera
adecuada sus emociones. Arranques emocionales no planeados o inesperados pueden
tener efectos irreversibles.
Aristóteles decía,
“Cualquiera puede enojarse, eso es fácil, pero enojarse con la persona
adecuada, en el grado adecuado, con el propósito adecuado y de la forma
adecuada, eso no es fácil”.
En aquella entrada del 1 de noviembre,
definíamos de una manera sencilla la madurez ejecutiva. Se refiere a la
capacidad de regular las emociones. Las emociones afectan a la manera en que
vemos el mundo, en la manera en que tomamos decisiones, y en la forma en que
percibimos a los demás.
En el lugar de trabajo, las
emociones nos afectan en multitud de situaciones y maneras. La capacidad del líder
de entender sus propias emociones y las de los demás serán sin duda factores de
contribución al bienestar de sus miembros, a su éxito en el mundo profesional,
y a la consecución de los objetivas de la compañía.
Pero la aproximación que
estamos haciendo va encaminada a facilitar a aquellos que crean pueden mejorar
su forma de liderar a través de la capacidad de gestionar y regular las
emociones del ser humano.
El atributo que buscamos en
el líder extraordinario es su capacidad de ajustar su influencia en las
emociones de los demás y en sí mismo, en función de lo que la situación requiera.
Me gusta pensar que la
Madurez Ejecutiva es como un filtro emocional de alto rendimiento. Toda
información que recibimos tiene algún grado de valencia emocional, nos provoca
cierto nivel de enfado, o de temor, o de alegría, o de felicidad, o suspicacia,
etc.… Algunas personas reaccionan emocionalmente e inmediatamente a la
información que reciben; otras sin embargo, se toman su tiempo para reaccionar.
Estos del primer grupo son los que tienen un filtro corto, y los del segundo
tienen un filtro largo.
Es el Líder con un filtro largo el que ejerce en última
instancia una gran influencia, y ello por dos motivos, el primero porque
considera su reacción antes de manifestarla, y en segundo lugar porque los
demás ven en él que primero piensa y luego actúa.
LA
IMPORTANCIA DEL LENGUAJE Y SU IMPACTO EN LAS EMOCIONES
El lenguaje nunca es
inocente.
El como interpretamos es lo
que nos capacita para la acción.
Actuamos de acuerdo a como
somos y a como nos sentimos.
Los tres elementos que
desencadenan la acción son:
- El lenguaje. Descriptor de la realidad.
- La Emoción. Impulsoras de movimiento y acción.
- El Cuerpo. Reflejo de la Expresión.
Las emociones son las que
nos predisponen a la acción y suelen ser pasajeras y cambiantes.
Cuando una emoción perdura,
genera estados de ánimo, y condiciona el cómo ejecutamos la acción.
Los estados de animo son muy
sensibles a los estímulos externos. Cada vez que recibimos un estímulo exterior
se generan emociones, por ello somos receptores y generadores emocionales.
LAS
EMOCIONES.
La emoción es un proceso, un
tipo particular de valoración automática influida por nuestro pasado evolutivo
y personal, en el que sentimos que está
ocurriendo algo importante para nuestro bienestar, con lo que un conjunto de
cambios fisiológicos y comportamientos emocionales comienza a encargarse de la
situación. Las palabras constituyen solamente un medio de tratar con
nuestras propias emociones, y las utilizamos cuando experimentamos emociones,
pero no podemos reducir las emociones a palabras. (Ekman, Paul. “El rostro de
las emociones”).
Las emociones nos prestan un
valioso servicio al hacer que nos ocupemos de lo que es realmente importante en
la vida y nos proporcionan placeres de muy distinto tipo. Sin embargo, a veces
nos meten en líos. Ello sucede cuando nuestras reacciones emocionales resultan
inadecuadas por uno de los tres motivos siguientes:
- sentimos y mostramos la emoción correcta pero con una intensidad equivocada;
- sentimos la emoción adecuada pero no la mostramos correctamente; y,
- sentimos una emoción totalmente equivocada.
El líder debe de contemplar
que no respondemos emocionalmente a todo; no estamos continuamente paralizados
por la emoción. Las emociones van y vienen. En un momento sentimos una emoción
y en otro no sentimos ninguna. Hay personas mucho más emotivas que otras, pero
incluso las que lo son más, en ocasiones no sienten ninguna emoción.
Ya que no todos y cada uno
de los minutos de nuestra vida es emocional, la pregunta sigue planteándose:
¿Por qué respondemos emocionalmente? La
forma más habitual de darse las emociones es cuando notamos, con o sin razón,
que está ocurriendo o a punto de ocurrir algo que, para bien o para mal, afecta
seriamente nuestro bienestar.
Las emociones nos preparan
para manejar sucesos importantes sin pensar en lo que hay que hacer.
ENTRENAMIENTO
EMOCIONAL DEL LIDER
Resaltare tres capacidades
en las que, todo aspirante a Lider emocionalmente eficaz, debe ser entrenado:
La
primera capacidad es la más difícil de aprender. Es el ser capaz de elegir el ser o no ser
emotivo. ¿Es el ser capaz de elegir el ser o no ser emotivo?. Incluso el
Dalai Lama, dice que no se puede elegir de dónde nace el impulso de la emoción,
esto es automático, pero lo que se puede desarrollar es la capacidad de darse
cuenta de que nace el impulso antes de que se actúe, es decir que hay un
espacio entre el impulso y la acción. En casi todos nosotros, este espacio es
muy pequeño pero se puede ir ampliando para adquirir esta capacidad, aunque sea
en ocasiones para decir “no quiero responderte con enfado a tu enfado”, o “voy
a hacer esto y no me va a superar la sensación de miedo”. Es duro, porque se
está actuando en contra de la naturaleza, ya que no quiere que haya
interferencias en ese punto.
La
segunda, es elegir cómo
es el comportamiento cuando se está emotivo. Me enfado con mi mujer:
regreso del trabajo y me dice por qué me he vuelto a olvidar de hacer la
compra. He hecho la compra y está ahí, ¿por qué se enfada? ¿Cómo voy a
comportarme para expresar mi enfado de forma que maximice la utilidad del
enfado para ella y para mí? ¿Se puede elegir esto? El impulso natural,
desgraciadamente, cuando se está enfadado, es herir a la persona con la que se
está enfadada, y eso hace que se destruya todo y que las cosas vayan a peor. Lo
que hay que intentar hacer es dirigir el enfado hacia la acción que ha herido,
no hacia la persona como actor.
La
tercera capacidad es una bomba. Es aprender a ser más sensibles a las emociones de otros. A menudo,
las emociones se esconden o son tan sutiles que no se ven, y yo tengo un
programa de ordenador –que ya hemos visto- que enseña a todo el mundo a
reconocer esto, y a saber automáticamente cómo se siente la otra persona,
incluso si ellos no saben cómo se sienten. Es increíble.
Estas tres capacidades están
perfectamente alineadas con las 5 de Goleman.
LAS
EMOCIONES PRINCIPALES.
Para
Ekman las emociones principales son seis:
la tristeza, la ira, la sorpresa, el
miedo, el asco, el desprecio y la alegría. La mayor contribución de Ekman
en el estudio de las emociones fue demostrar a través de estudios muy completos
y muchas fotografías que el rostro de las emociones es universal y se refleja
de forma muy similar en cualquier cultura y raza.
Así la tristeza,
una de las emociones que tienden a durar más en el tiempo, se refleja en la
expresión facial y en la voz; con la ayuda de ambas, se conforma una llamada de
auxilio lanzada a los demás. También el llanto es una expresión emocional de
carácter universal.
La ira
suele provocar más ira, y se puede entrar en una rápida escalada que hace que
sea considerada como la emoción más peligrosa. La ira avisa de la necesidad de
cambiar algo, hace saber al resto que “hay problemas”, y en ese ciclo vicioso
muchas veces lo que se busca es la oportunidad de enfadarse.
La sorpresa es
la más breve de todas las emociones.
El miedo
responde a la percepción de una amenaza de daño físico o mental. La reacción
que suele provocar es esconderse o huir.
Los
niños y los adolescentes se sienten fascinados por el asco. A esas edades atrae lo raro, lo enfermizo, lo desgraciado
y lo socialmente contaminado.
Y,
por último, la alegría, que donde
más se aprecia es en el tono de voz. La alegría presenta diversos grados:
diversión, contento, excitación, alivio, asombro, éxtasis, gratitud, elevación,
etc.
Los
estudios de Paul Ekman demuestran que todos experimentamos las mismas
emociones, pero todos las experimentamos de manera distinta. La respuesta que
cada uno dé a esa emoción y el cómo la viva, es la que marcará la diferencia de
actitud entre las personas.
Emociones
primarias y secundarias: diferencias
Las emociones primarias y
básicas son diferentes de las secundarias, que sí tienen un factor cultural.
Las emociones secundarias son combinaciones de emociones básicas, y algunos
ejemplos son la indignación, la envidia y la vergüenza, alivio, bochorno, complacencia
o contento, culpa, diversión, desprecio o desdén, entusiasmo o excitación, felicidad,
orgullo o soberbia, placer sensorial, satisfacción, vergüenza, etc…
Guillermo Rey-Ardid
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