sábado, 28 de octubre de 2017

LA INSPIRACION. EL ART. 155 DEL LIDERAZGO

LA INSPIRACION. EL ART. 155 DEL LIDERAZGO

Para contextualizar mi intervención de hoy, y tal como entiendo la motivación en la época actua,  permítanme  recrear un fragmento de la película “Invictus”.


Fragmento que pertenece al momento en que Nelson Mandela, interpretado por Morgan Freeman invita a François Pienaar (Matt Daemon) al Palacio Presidencial para charlar con sobre los Sprinbroks (el equipo nacional de rugby de Sudáfrica, en aquel momento símbolo del apartheid),

Mandela,  con una taza de té en la mano le pregunta:

“François, usted tiene un trabajo muy difícil, capitán de los Springbroks, un trabajo muy difícil.”

Pienaar.-       No comparado con el suyo señor presidente.

Mandela.-    Dime François, ¿cuál es tu filosofía sobre liderazgo? ¿Cómo inspiras a tu equipo para que den lo mejor de sí?
¿Cómo haces para que sean mejores de lo que creen que pueden ser? Eso es lo que encuentro más difícil
¿Inspiración quizás?

Tras unos minutos en los que continúan conversando, Mandela  recuerda en voz alta a François la experiencia vivida cuando, tras ser invitado a las Olimpiadas de Barcelona de 1.992 y en un momento en el que el futuro de Sudáfrica  parecía muy sombrío, le comentó la sensación que le causó cuando entrando en el Estadio olímpico escuchó  como todo el mundo le recibió entonando la canción  Nkosi Sikelel´iAfrika (Nikosi Sakalele Africa), “Dios bendiga a Africa” (considerado durante el apartheid como el himno no oficial de Sudáfrica)  y como, en ese momento se sintió orgulloso de ser Sudafricano y con ganas de volver a casa para hacerlo mejor, esperando más de sí mismo.  

En definitiva, la situación le inspiró.

Al cerrar este fragmento de la conversación Mandela se dirige a François y le dice:
“Necesitamos inspiración François, porque para construir nuestra nación debemos de exceder nuestras propias expectativas.”
(silencio)

Inspiración: Según nuestro Diccionario de la Real Academia significa acción de  infundir o hacer nacer en el ánimo.

Motivación: Acción y efecto de disponer del ánimo de alguien para que proceda de un determinado modo. Es decir, dirigido a la acción.

El propio lenguaje y diccionario nos está guiando hacia un factor esencial de la motivación.

Dado que bajo mi entender la capacidad de inspirar es la clave de la motivación, me apropiaré por unos momentos de parte del contenido de la conferencia que Simon Sinek , escritor e investigador de liderazgo transcendente, tiene colgada en TED Talks  (www.ted.com)  y que versa sobre como los grandes líderes inspiran a la acción, es decir motivan, con mayúsculas.

Simon Sinek, encontró a través de sus investigaciones el siguiente descubrimiento: Resulta ser  que hay un patrón: al parecer, todos los grandes líderes y organizaciones en el mundo que inspiran se trate de Apple, o  Martin Luther King o cualesquiera otros, todos piensan, actúan y se comunican exactamente de la misma manera, y es opuesta a todos los demás.

Todo lo que hizo Simon fue codificarlo en la que probablemente, bajo mi perspectiva,  sea de las ideas más simples y brillantes que he conocido. Lo llama "El círculo de oro".


Imaginemos un circulo con tres anillos o círculos interiores concéntricos, el del interior responde al ¿Por qué?, el del medio al ¿Cómo? Y el exterior al ¿Qué?

Esta pequeña idea explica por qué algunas organizaciones y algunos líderes inspiran mientras que otros no.

Permítanme definir los términos muy rápidamente.

Cada persona, cada organización del planeta sabe lo que hace en un 100%.
Algunas saben cómo lo hacen: llámese propuesta de valor agregado, o Propuesta Única de Venta o cualesquiera de los términos usado en el mundo de la gestión.

Pero, y es aquí donde su planteamiento me enganchó,  muy, muy poca gente u organizaciones saben por qué hacen lo que hacen.

Y cuando digo "por qué" no me refiero a "ganar dinero",  puesto que ganar dinero es un mero resultado. Siempre lo es.

Con "por qué" quiero decir: ¿cuál es el propósito? ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es la creencia? ¿Cuál es la razón para levantarse cada mañana?
Así pues de la observación, nuestra manera de pensar y actuar, nuestra manera de comunicarnos, es de afuera hacia adentro.

 Pero los líderes inspiradores y las organizaciones que inspiran,  sin importar su tamaño o condición, todos piensan, actúan y se comunican desde adentro hacia afuera, de él ¿Por qué?,          al ¿Cómo?  Y del como al        ¿Qué?
Y ahora lo mas curioso de todo es que nada de lo que está diciendo es una opinión. Todo está basado en los principios de la biología. No en psicología, en biología.

Si uno mira un corte transversal del cerebro humano, desde arriba hacia abajo, lo que ve es que el cerebro humano está dividido en tres componentes principales que se correlacionan perfectamente con el círculo de oro.
Nuestro nuevo cerebro de Homo sapiens, nuestro neocórtex se corresponde con el nivel "¿qué?".

El neocórtex es responsable de todos nuestros pensamientos racionales y analíticos asi como del lenguaje.

Las dos secciones del medio forman nuestro cerebro límbico, fruto de la evolución del reptil al mamífero. Siendo este, nuestro cerebro límbico, el responsable de nuestros sentimientos tales como la confianza y la lealtad, asi como del comportamiento humano y de la toma de decisiones no teniendo habilidad para el lenguaje. Y es aquí donde se procesan las distintas emociones

¿Y que tendrá esto que ver con la motivación y el circulo de oro se preguntarán?

 Pues tiene que ver que cuando nos comunicamos de afuera hacia adentro somos capaces de entender gran cantidad de información complicada, como características técnicas, datos, hechos y cifras. Pero eso no guía el comportamiento.

Cuando nos comunicamos de adentro hacia afuera, estamos hablando directamente con la parte del cerebro que controla el comportamiento siendo aquí el lugar en el que  se originan las decisiones instintivas.

Esto se reafirma con los estudios de un grupo de científicos, liderados por el neurólogo John-Dylan Haynes, que localizaron con total precisión señales concretas de actividad cerebral hasta 10 segundos antes de que los participantes se dieran cuenta de su propia elección, demonstrado que “nuestras decisiones están predeterminadas inconscientemente mucho tiempo antes de que nuestra propia conciencia las ponga en marcha”. Nuestro cerebro emocional es el que nos predispone.

Por todo lo cual, si no comunicamos de dentro hacia afuera, si no sabemos por qué hacemos lo que hacemos, ¿cómo vamos a conseguir comprometernos o involucrarnos en cualquier actividad o proyecto? o, más importante, ser leal y querer ser parte de lo que sea que hagamos (sentido de pertenencia).

La gente no compra que hay que hacer; compra el porqué hay que hacer, la finalidad que da sentido a la acción y provoca la pasión de hacer, ya que la finalidad es lo que impacta en  nuestro cerebro emocional responsable de la decisión de emprender acciones.

Daniel Pink, en su libro  “La sorprendente verdad sobre que nos motiva” nos señala que en los últimos ciento cincuenta años se ha pasado de la Era Industrial a la Era del Conocimiento y ahora la Era Conceptual. Las dos primeras etapasla Industrial, caracterizada por las líneas de producción masiva que revolucionaron la economía mundial, y la de la Información, caracterizada por el advenimiento de los productos de la economía del conocimiento, como el software de computadoras y demás artefactos – estaban dominadas por funciones del hemisferio izquierdo del cerebro.

A medida que avanza el desarrollo tecnológico en Asia y se intensifica la automatización del trabajo en los países ricos, se ingresa en la Era Conceptual, dominada por los procesos del hemisferio derecho del cerebro.

Estamos pasando de una economía y una sociedad basadas en las capacidades lógicas,  propias de la Era de la Información a una economía y una sociedad basadas en capacidades como la creatividad, la empatía o la visión global.

A medida que las organizaciones se vuelven más horizontales las empresas necesitamos cada vez gente que esté automotivada, esto es, con fuerte motivación intrínseca, de dentro a afuera.

Los contenidos del trabajo están evolucionando de  contenidos basados en tareas algorítmicas, esto es consistentes en seguir una serie de instrucciones en un único recorrido que lleva a una sola conclusión, trabajos basados en el hemisferio izquierdo (y son las que más se están deslocalizando) a  contenidos de trabajo con tareas mas heurísticas, en las que al no existir algoritmos para resolverlas se tiene que experimentar con posibilidades y deducir una solución nueva, requieren de mayor flexibilidad a la hora de resolver los problemas así como de  iniciativa y creatividad (es por ello que escuchamos términos tales como: self directed teams, empowerment, engagement, involvement, comitment….)

La ciencia y la investigación, así como la historia, han demostrado que los motivadores extrínsecos como llama Daniel Pink, el Palo y la Zanahoria, cumplen su función cuando los contenidos de los trabajos son fundamentalmente algorítmicos, sin embargo en la era actual no están dando los resultados esperados y ello ¿Por qué?

La principal motivación de la era conceptual radica en la libertad, el reto y el objetivo de la propia actividad, el por qué del circulo de oro. Y es de aquí de donde Pink define los tres elementos de la motivación del tercer milenio: Autonomia (deseo de dirigir nuestras vidas), Dominio (la urgencia de mejorar mas y mas en algo importante) y Finalidad (el anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más allá de nosotros mismos) y este último, la Finalidad es el que aporta el contexto a la autonomía y el dominio, es el factor que da sentido a la inspiración.

A diferencia de la motivación del Segundo Milenio, la motivación de nuestra era  reconoce la finalidad como factor esencial de la motivación, la finalidad aporta una energía activadora para vivir.

La motivación del Siglo XX se centraba en la optimización de los beneficios, en el resultado, en definitiva en factores extrínsecos mientras que la motivación del siglo XXI, no rechaza los beneficios, pero pone el mismo énfasis en la optimización de la finalidad.

La ciencia prueba que las gratificaciones de tipo “si/entonces” , no solo son ineficaces en muchas situaciones, sino que además pueden dar al traste con las altas y creativas capacidades conceptuales fundamentales para el progreso socioeconómico actual y futuro.

La ciencia revela que, el secreto de un rendimiento óptimo no radica en nuestro impulso biológico de supervivencia, ni en nuestro impulso ante el premio y el castigo, sino en un tercer impulso: nuestro deseo profundamente arraigado de dirigir nuestras vidas, de extender y expandir nuestras capacidades, y de vivir una vida con una finalidad.
Por ello, la realidad ontológica del ser humano, la biología y la neurociencia nos aportan la base sobre la que se asienta la motivación del tercer milenio, LA INSPIRACIÓN, entendida como la capacidad de hacer nacer el ánimo y desencadenar la pasión, Y LA FINALIDAD para canalizar ese ánimo y esa pasión   y convertirla  en la energía activadora que nos proporcione la satisfacción de lo que hacemos, y nos dé el motivo de levantarnos cada mañana.


Trabajemos el Circulo de Oro de dentro afuera, INSPIREMOS con el por qué y enfaticemos LA FINALIDAD para de esa manera generar el contexto adecuado, para como dice Madiba en la película, “construir nuestra nación/empresa y exceder nuestras propias expectativas.”

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