LOS INTANGIBLES DEL LIDERAZGO. DIA 7 LA MADUREZ EJECUTIVA
“Tratando con gente, recuerda que no estás tratando con criaturas de la lógica, sino con criaturas de las emociones”. Dale Carnegie
Un famoso entrenador de baloncesto universitario de los Estados Unidos le decía a sus jugadores.”Permaneced juntos. Recordad que esto no va sobre vosotros, ve del equipo. No dejéis que una mala jugada os haga iros abajo, centraros inmediatamente en la siguiente jugada”.
Las emociones comunican muchas cosas. La gente infiere contenidos en función de la carga emocional que observan o detectan. Para un ejecutivo es crítico poder controlar sus emociones. Arranques emocionales no planeados o inesperados pueden tener efectos irreversibles.
Aristóteles decía, “Cualquiera puede enojarse, eso es fácil, pero enojarse con la persona adecuada, en el grado adecuado, con el propósito adecuado y de la forma adecuada, eso no es fácil”.
¿QUÉ ES LA MADUREZ EJECUTIVA?
De una manera sencilla, la madurez ejecutiva se refiere a la capacidad de regular las emociones. Las emociones afectan a la manera en que vemos el mundo, en la manera en que tomamos decisiones, y en la forma en que percibimos a los demás.
En el lugar de trabajo, las emociones nos afectan en multitud de situaciones y maneras. Mucho se ha escrito en la última década sobre Inteligencia Emocional, siendo esta un atributo importante, como entendemos nuestras emociones y las de los demás son sin duda factores de contribución al bienestar y éxito en el mundo profesional.
Pero la aproximación que estamos haciendo, es referente a la capacidad de controlar y regular las emociones que se observa en los líderes extraordinarios.
No nos referimos en absoluto, a la frialdad o a la cara de Póker. No nos referimos a la ausencia de sentimientos, nuestra historia se refiere a cuando mostrar los sentimientos y cuales se han de mostrar, y este es el diferencial que marca al líder extraordinario. El atributo que buscamos en el líder extraordinario es el de la capacidad de ajustar la emoción al la que la situación requiere.
Me gusta pensar que la Madurez Ejecutiva es como un filtro emocional de alto rendimiento. Toda información que recibimos tiene algún grado de valencia emocional, nos provoca cierto nivel de enfado, o de temor, o de alegría, o de felicidad, o suspicacia, etc.… Algunas personas reaccionan emocionalmente e inmediatamente a la información que reciben; otras sin embargo, se toman su tiempo para reaccionar. Estos del primer grupo son los que tienen un filtro corto, y los del segundo tienen un filtro largo. Es el Líder con un filtro largo el que ejerce en última instancia una gran influencia, y ello por dos motivos, el primero porque considera su reacción antes de manifestarla, y en segundo lugar porque los demás ven en él que primero piensa y luego actúa.
En otras palabras, cuando uno se “calienta” y la presión sanguínea le aumenta, puede hacer más mal que bien el mostrar lo que en ese momento uno siente, o como decimos “hacer lo que pide el cuerpo”. Uno cada vez se siente peor y ese sentimiento negativo aflorará. La regulación emocional conlleva la capacidad de reconocer las emociones propias cuando se forman, ajustándolas a la situación en que uno se encuentra, y canalizándolas adecuadamente.
Por lo general siempre suele haber una parte de nosotros que nos pide seguir nuestros impulsos, es como el diablillo de los dibujos animados que nos dice “hazlo, hazlo”, peor también se nos aparece entonces un angelito en el otro hombro y nos dice que no lo hagamos, que nos olvidemos de obtener una gratificación a corto en aras a ver la foto total y el bien a largo.
Los CEO’s más exitosos suelen privarse de ganancias rápidas, arreglos fáciles, o agarres de poder rápidos a favor del éxito a largo plazo. Su madurez les permite mantener sus impulsos acorralados, y concentrarse en el éxito a largo plazo sin comprometer el corto por un impulso emocional.
Estudios demuestran que la gente mayor tiende a no “calentarse” tanto como la gente joven en una situación de tensión social. La gente más mayor son propensos a usar estrategias pasivas ante situaciones de tensión tales como, ignorar la situación o alejarse de la misma, en cambio la gente más joven utiliza estrategias más activas como la confrontación directa. En un reciente estudio cuando la gente más mayor fue preguntada porque utilizaban estas estrategias pasivas respondieron que su aspiración era guardar la harmonía y evitar el conflicto.
Así pues, por supuesto que usamos las emociones para influenciar en otros y a la vez usamos varias técnicas para hacerlo. A veces son técnicas conscientes y otras no.
La diferencia de los Managers con los líderes, es que los líderes cuando regulan sus emociones para impactar en nosotros lo hacen porque persiguen un objetivo.
La madurez ejecutiva no es una capacidad que se centra en el fuero interno de uno, esto es la capacidad de regular las emociones, sino también es una capacidad relativa a cómo expresarlas y cuál es el fin que buscamos en los demás con la emoción mostrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario