domingo, 11 de marzo de 2012

EL LIDER Y EL SENTIDO DE LA URGENCIA. DIA 2. La autocomplacencia y la falsa urgencia

LIDERANDO PERSONAS

EL LIDER Y EL SENTIDO DE LA URGENCIA. DIA 2. La autocomplacencia y la falsa urgencia 



El primer paso para crear un verdadero sentido de urgencia es el conocimiento de sus opuestos: la autocomplacencia y la falsa urgencia.

Clarificación de que es la autocomplacencia.-

Diccionario: “una sensación o indulgencia consigo mismo, especialmente cuando va acompañada de inconsciencia del peligro o problemas”

Conceptos particularmente relevantes de la definición:
a)      Sensación. La autocomplacencia no es solo un pensamiento, es una sensación. No es tanto una cuestión de análisis consciente y racional como de una emoción inconsciente.

b)      Indulgencia. “Facilidad en perdonar o disimular las culpas o en conceder gracias”. Escaso nivel de autocritica y exigencia, aceptación del statu quo y la imperfección como falta de acción. El autor Kotter, no enumera esta pero bajo mi entender, la indulgencia explica mucho la autocomplacencia.

c)      Consigo mismo. La autocomplacencia es una sensación que una persona tiene sobre su propio comportamiento, sobre lo que tiene que hacer y no tiene que hacer. Punto de suma importancia porque la persona puede ver o anticipar problemas y sin embargo no sentir la necesidad de cambiar conductas.

Las personas autocomplacientes se ven a sí mismas como realistas, reflexivas y prudentes, siendo a veces difíciles de detectar.

De donde viene la autocomplacencia.-

Es producto del éxito o lo que se percibe como éxito. Puede perdurar más allá del éxito, incluso cuando este ya se ha desvanecido. Las percepciones no tienen que ser exactas.

Como piensan las personas autocomplacientes.-

Casi nunca piensan que lo son. “Estoy haciendo lo correcto”;” A veces no es fácil, pero sé que lo tengo que hacer y lo hago”; “No puedo hacerlo del todo pues parte no depende de mí”

Que sienten.-

Están contentas con el status que. Se aferran a lo que existe, pues suelen temer a los cambios y lo desconocido.

Como se comportan.-

Se les identifica más por lo que hacen que por lo que dicen (este concepto lo resalta mucho J.C.Cubeiro)
No están alertas a las nuevas oportunidades o peligros que enfrentan las organizaciones. Suelen moverse a unos ritmos manifiestamente inferior al requerido. Raramente inician el cambio o ejercen el liderazgo, se aferran en hacer lo que viene haciendo desde el pasado.


Conceptualización y caracterización de la falsa urgencia.-

La falsa urgencia es la vigorexia organizativa, actividad, actividad y actividad. Mientras la autocomplacencia es somnolencia, y venera culto a Morpheo, la falsa urgencia está llena de energía y venera culto a la energía de Eolo.

La falsa urgencia se basa en una plataforma de ansiedad y enojo. Dicha plataforma puede contener mucha energía, razón por la cual se confunde la falsa urgencia con la verdadera, pero la energía derivada de ansiedad y enojo crean de manera fácil actividad (y a veces muy destructiva), pero no productividad.

Ahora lo entiendo con más facilidad, pues esto tiene mucho que ver con lo que el viernes Juan Carlos Cubeiro comentaba respecto a la estabilidad y fidealización. Si una pareja estable necesita un mínimo de 5 emociones positivas por cada negativa, la fidelización requiere generar 3 emociones positivas por cada una negativa, y LA PRODUCTIVIDAD aumenta por cada 13 emociones positivas por cada negativa, es fácil de comprender y encaja que una plataforma basada en la ansiedad y el enojo no sea la más apropiada para crear un verdadero sentido de la urgencia y por ende aumentar la productividad de la organización.

Si las personas sienten enojo con los jefes, el sin­dicato o con el departamento de al lado, se la pasarán corriendo, buscando y usando con frecuencia el equi­valente corporativo de las armas de fuego. Crean bata­llas que no conducen a la compañía a ninguna parte. Pierden tiempo desarrollando largas presentaciones en PowerPoint para rebatir las buenas ideas de otros depar­tamentos de la organización. Celebran reunión tras re­unión para crear estrategias varias. Utilizan fórmulas de agresión pasiva para dilatar los proyectos. Crean conflictos destructivos,  de tal manera que hacen impo­sible llevar a cabo una reunión sensata. Todo esto lleva tiempo y energía, pero es energía que se pierde y que no se utiliza en movilizar a la gente para que aproveche las oportunidades y eluda los peligros.
En rodo lo anterior, ¿Cuántas emociones positivas se han generado?
La ansiedad tras la autocomplacencia es muy diferente al enojo de la falsa urgencia, sin embargo los efectos finales pueden ser muy similares.
Las personas preocupadas y que se la pasan buscando un refugio seguro, jamás actúan con un verdadero sentido de urgencia. La capacidad humana de esconder ante los demás sentimientos de miedo (autocomplacencia) y enojo (falsa urgencia) puede ser a veces sorprendente.
De donde viene la falsa urgencia.-

Es producto, generalmente, de fracasos o de alguna forma intensa de presión sobre un grupo.

Como piensan las personas.-

No piensan que todo está bien. Tienden a pensar de que la situación en la que se encuentran en un desastre, o que el de arriba les está presionando demasiado

Que sienten.-

Ansiedad, irascibilidad, frustración y cansancio.

Como se comportan.-

Con mucha actividad. Pero la acción está más orientada a la actividad que a la productividad, suele ser acción frenética. Es más un correteo mecánico para protegerse o atacar a los demás que un centrarse intencionalmente en problemas y oportunidades. Las personas corren de un lado a otro, de reunión en reunión, se pasan el tiempo defendiéndose y vuelven a casa exhaustas.

Cualquier persona puede ser autocomplaciente.

¿Encajan estos perfiles en este cambio de época, en la era conceptual del talentismo? (Concepto que me engancho en la jornada con Juan Carlos Cubeiro, y que contiene muchas de las claves de interpretación y de acción de los próximos decenios para los que nos gustan las personas).


http://guillermorey-ardid.com/

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