LIDERANDO PERSONAS
EL LIDER RESONANTE CREA MAS. DIA 16 . EL ESTABLECIMIENTO DE UNA ORGANIZACIÓN INTELIGENTE (2/2). (Daniel Goleman, Richard Boyatzis, y Annie Mckee)
EL ESTABLECIMIENTO DE UNA ORGANIZACIÓN INTELIGENTE (Cont.)
Decíamos el día 15 que existen varias reglas de compromiso que contribuyen a crear una cultura resonante, emocionalmente inteligente y eficaz.
Hablamos de la primera:
- Descubrir la realidad emocional,
Hoy cerraremos el viaje sobre el Líder Resonante con las dos últimas reglas de compromiso:
- Visualizar el ideal y,
- Alentar la inteligencia emocional.
2.- VISUALIZAR EL IDEAL
a) Dirigir la mirada hacia adentro.
Para esbozar una visión que aliente la resonancia, el líder debe comenzar sintonizando con sus propios sentimientos y con los sentimientos de los demás. Aunque muchos lideres se empeñan en resaltar la fuerza de los hechos, estos, los meros jamás proporcionan la información necesaria para elaborar una visión significativa que llegue a conmover el corazón de los integrantes de una organización.
b) Más allá de la mera militancia.
Para que una visión resulte estimulante, debe llegar al corazón de las personas. Y es que las abstracciones solo son significativas cuando las personas pueden ver, sentir y tocar los valores y la imagen ideal de la organización. Y, para ello, las personas deben sentir la posibilidad de alcanzar el sueño de la organización sin poner en peligro, por ello, sus sueños, valores y creencias.
c) Primero las personas, luego la estrategia.
Seguros que muchos líderes no estarán de acuerdo con este punto, o si lo están los estarán a nivel semántico únicamente. Los líderes que utilizan estilos de liderazgo que alientan la resonancia generan normas que fomentan el compromiso, la implicación y la búsqueda activa de la visión ideal, al tiempo que promueven el establecimiento de relaciones laborales más sanas y productivas.
El líder que centra su atención en las personas establece los vínculos emocionales que configuran la base en que florece la resonancia. Es por ello que sus subordinados le seguirán tanto en los buenos como en los malos tiempos. La resonancia establece un vínculo invisible y poderoso entre las personas basado en la confianza y en la creencia en lo que hacen. Pero, para que tal cosa ocurra, las personas deben relacionarse en tiempo real -no solo virtual-; es decir, deben hablar, reír, compartir historias e incluso colaborar en la elaboración de un sueño compartido.
3.- EL MANTENIMIENTO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
a) Pasar de la visión a la acción.
Los líderes deben aprovechar toda oportunidad que se les presente para poner de relieve el modo en que se experimenta la visión, el líder se sirve de sí mismo como un instrumento de descubrimiento y de cambio y sabe mantenerse cerca del proceso y no abandonarlo hasta alcanzar el objetivo. Todas sus interacciones y decisiones deben ser coherentes con sus propios valores y con los de la organización que pretenden crear. Sus estilos de liderazgo fundamentales deben ser el coaching, el visionario y el democrático, todos ellos caracterizados por el respeto hacia las personas, y proporcionar un modelo del modo de encarnar sus propios valores y la misión de la organización.
Pero, además de la actitud del líder, es necesario dar otros pasos para ejecutar prácticamente la visión, cambiar las estructuras y el diseño de los puestos de trabajo de la organización, remodelar las normas de relación y modificar los sistemas y expectativas de rendimiento para que se acomoden mejor a la visión ideal y conseguir así un mejor ajuste de los empleados a la misión de la organización.
b) Crear sistemas que alienten las prácticas emocionalmente inteligentes.
Si bien las personas son muy importantes, también lo son los sistemas, las reglas y los procesos. El recordatorio de lo que es aceptable y de lo que no lo es constituye un poderoso movilizador de la conducta. Para que una organización promueva prácticas emocionalmente inteligentes, las reglas, las normas y los recursos humanos deben hallarse en sincronía con los resultados deseados. Es absurdo esperar un liderazgo emocionalmente inteligente cuando, de hecho, tal cosa no se reconoce en e! tipo de recompensas o en los sistemas de gestión de rendimiento utilizados. Por eso hay que cambiar las reglas y, si fuera menester, reforzar la visión.
c) Gestionar adecuadamente los mitos del liderazgo.
Los mitos y leyendas trascienden los altibajos del trabajo cotidiano y las convulsiones del cambio.
Los líderes influyen muy poderosamente en el clima emocional de una organización y también suelen ser los protagonistas de sus leyendas. Al utilizar, pues, el poder simbólico que le confiere su rol para configurar la inteligencia emocional del grupo, el líder puede servirse de sus gestos y acciones más pequeñas para generar mitos nuevos y más positivos.
No olvidemos que, en última instancia, la creación de organizaciones emocionalmente inteligentes es una de las principales responsabilidades del líder.
De él depende que una organización:
a) identifique su realidad,
b) articule su visión ideal y,
c) contribuya a que los distintos integrantes descubran el papel que les corresponde.
También son los líderes los que sintonizan a las personas con la visión ideal y emprenden las acciones necesarias para promover el cambio.
Los líderes emocionalmente inteligentes que se sirven de estilos del liderazgo que alientan la resonancia y crean normas que promueven el establecimiento de relaciones más sanas y eficaces (en lugar de utilizar estilos que despiertan el miedo, la desconfianza, la manipulación y promueven el cinismo) liberan una fuerza muy poderosa: la energía colectiva de la organización para lograr cualquier estrategia que se propongan.
Estos líderes saben trabajar con lo positivo, esbozan una visión y una misión inspiradora que se halla profundamente inserta en el tejido de la organización e infunden sentido al trabajo de sus subordinados.
Feliz semana.
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