domingo, 7 de septiembre de 2014

LIDERANDO PERSONAS FOCUS. DESARROLLAR LA ATENCIÓN PARA ALCANZAR LA EXCELENCIA. DÍA 3. LA ATENCION SUPERIOR Y LA ATENCION INFERIOR. (Daniel Goleman).

LIDERANDO PERSONAS

FOCUS.  DESARROLLAR LA Atención PARA ALCANZAR LA EXCELENCIA. Día 3. LA ATENCION SUPERIOR Y LA ATENCION INFERIOR. (Daniel Goleman).

EUREKA. LA MENTE ASCENDENTE Y LA MENTE DESCENDENTE.-




Vamos andando por la calle, estamos tomando un café y de repente, !!!ZAS!!! Sorpresivamente nos aparece la solución o la idea cual súbito fogonazo.

Nuestro cerebro cuenta con dos sistemas mentales separados y hasta cierto punto independientes. Unotiene gran poder de computación y ronronea continuamente con la intención de resolver nuestros problemas, hasta que nos sorprende súbitamente con la solución a una compleja deliberación. Opera mas allá de la conciencia despiertapor lo que estamos ciegos a su funcionamiento, es como si procediera de ningún lugar. Esta forma de atención suele irrumpir, en ocasiones, de un modo completamente inesperado.

La mayor parte de este cableado neuronal se asienta en la parte inferior del cerebro (en los circuitos subcorticales), y los frutos de su esfuerzo afloran súbitamente en nuestra conciencia avisando al neocortex (los estratos elevados del cerebro).

La expresión “ascendente” es la que la ciencia cognitiva utiliza para referirse a las operaciones llevadas a cabo por la maquinaria neuronal del cerebro inferior. Y la expresión “descendente”para aquellas llevadas a cabo por los estratos elevados y que controlan e imponen sus objetivos al funcionamiento subcortical.

La mente ascendente, de abajo a arriba:
§  es mas rápida en tiempo cerebral (milisegundos)
§  es involuntaria y automática, está en constante funcionamiento,
§  es intuitiva y opera a trasved de la red de asociaciones,
§  es motivada por impulsos y emociones,
§  se ocupa de llevar a cabo nuestras rutinas habituales y guiar nuestras acciones, y
§  gestiona nuestros modelos mentales del mundo.

La mente descendente, de arriba a abajo:
§  es más lenta,
§  es esforzada,
§  es voluntaria,
§  es asiento de autocontrol, capaz de movilizar rutinas automáticas y acallar impulsos emocionales, y,
§  es capaz de aprender nuevos modelos, esbozar nuevos planes y hacerse cargo de nuestro repertorio automático.

La atención voluntaria, la voluntad y la decisión intencional residen en la mente descendente, de arriba a abajo.

La atención reflexiva, el impulso y los hábitos rutinarios residen en la mente ascendente, de abajo a arriba.

El sistema multitarea ascendente escanea todos los estímulos del entorno que nos entran y que todavía no han llegado a ocupar nuestra atención, de ese escáner nos informa de lo que considera más relevante. Nuestra mente descendente procesa secuencialmente las cosas, una tras otra llevando a cabo un análisis más concienzudo y necesita más tiempo para decidir los que nos presentara.

Gran parte de lo que la mente descendente cree decidir, concentrarse, pensar y planear voluntariamente discurre, de hecho, por los circuitos ascendentes.

Hace millones de años en la historia de la evolución se originaron los veloces circuitos ascendentes que  favorecen el pensamiento a corto, los impulsos y la toma rápida de decisiones. Las aéreas frontal y superior del cerebro y los circuitos descendentes son unos recién llegados, su maduración plena solo se produjo hace unos centenares de miles de años.

Los circuitos descendentes agregan al nuestra mente talentos como la autoconciencia, la reflexión, la deliberación y la planificación. Se trata de un foco intencional que equilibra nuestro cerebro. A medida que cambiamos nuestra atención (evocar un recuerdo feliz) se activan los circuitos cerebrales correspondientes (las neuronas del placer). Como aficionado del golf (amante del golf) me ha resultado sorprendente el leer a Goleman que el mero ensayo de un golpe de golf fortalece la activación de los axones y dendritas* que se encargan de orquestar los correspondientes movimientos.
*El cerebro humano está formado por miles de millones de neuronas. Cada una tiene un cuerpo, axón, y muchas dendritas. El cuerpo de las células contiene un núcleo que controla las actividades de toda la célula y de varias otras estructuras que cumplen funciones específicas. El axón, que es mucho más angosto que un cabello humano, se expande hacia el exterior del cuerpo de la célula y transmite mensajes a otras neuronas. A veces, los mensajes tienen que desplazarse grandes distancias. Las dendritas también se ramifican o extienden del cuerpo de las células. Reciben mensajes de los axones de otras células nerviosas. Esto quiere decir que los grupos de neuronas en el cerebro tienen trabajos especiales. Por ejemplo, algunos se relacionan con el pensamiento, el aprendizaje y la memoria. Otros se encargan de la recepción de la información sensorial. Otros se comunican con los músculos, estimulándolos a la acción.

La necesidad de supervivencia instalò en nuestro cerebro al principio de sus evolución, programas ascendentes destinados a la procreación y supervivencia, sin embargo en la época actual necesitamos contrarrestar esta corriente de caprichos e impulsos ascendentes para gestionar nuestra vida y no caer en adicciones y comportamientos compulsivos destructivos.

Sin embrago, la balanza siempre se inclina hacia al lado ascendente, por una simple cuestión de economía energética. Los esfuerzos cognitivos (ejemplo el aprendizaje) requieren atención y un coste energético. Pero cuanto más ejercitamos una actividad primariamente novedosa, mas rutinaria se convierte y mas asumida por los circuitos ascendentes. La distribución de tareas entre el cerebro ascendente y descendente se atiene al criterio de mínimo esfuerzo, máximo resultado. De ahí que cuanto más trabajamos el cambio, la transferencia neuronal cambia ya que menos atención requiere (al ser automática o rutinaria) pasando de descendente a ascendente.

Este pico de automaticidad se aprecia en el estado de fluidez, cuando la experiencia nos permite prestar una atención sin esfuerzo a una tarea exigente. Toda actividad que no las hemos ejercitado frecuentemente requiere de una atención deliberada. Cuando dominamos las habilidades requeridas, se deja de necesitar un esfuerzo cognitivo adicional, liberando nuestra atención que podemos destinar entonces al logro de cotas más altas de desempeño.
Conclusión, el estado mental determina el grado de concentración y por tanto el de desempeño, cuanto más uno pueda relajarse y confiar en el sistema ascendente, más libre y ágil se tornara su mente.

LA MEJOR RECETA PARA EL FRACASO

Los estudios cerebrales han puesto de relieve que cuestionar los detalles de la técnica mientras uno está practicando, en el caso de un atleta de élite, es la  mejor receta para el fracaso.

La corteza motora que, en el caso de un atleta experimentado, ha integrado profundamente, después de miles de horas de práctica, esos movimientos en sus circuitos neuronales, funciona mejor cuando lo hace por su cuenta sin interferencias de ningún tipo. Cuando la corteza prefrontal se activa y empezamos a pensar en lo que estamos haciendo – o peor todavía, en como lo hacemos-, el cerebro otorga cierto control a los circuitos que, si bien saben cómo pensar y preocuparse, ignoran el modo de llevar a cabo el movimiento.
Pero veamos un ejemplo más, en este mismo sentido, de los problemas que acompañan al empeño intencional de relajarse.

Estos errores, aumentan cuando estamos distraídos ,estresados o, en cualquier otro sentido, mentalmente cargados. En esas circunstancias, un sistema de control cognitivo, por lo general destinado a controlar los errores en que hemos incurrido (como "no mencionar tal o cual cosa” cuidado no la tire a la derecha…), puede servir involuntariamente de cebo mental, aumentando la probabilidad de incurrir en el mismo error o bloque. Wegner lo llamó un "error irónico", y en el catellano castizo, “no mentar a la bicha”.

La sobrecarga de atención entorpece el control mental.

EL SECUESTRO NEURONAL.

¿ Qué es lo rimero que ve usted cuando entra en el despacho de alguien?

La respuesta a esa pregunta es la clave de lo que, en ese momento está movilizando su foco ascendente.

Esos son ejemplos de decisiones subconscientes de la atención.

En todas ellas, la atención se ve capturada cuando los circuitos de la amígdala, centinela cerebral del significado emocional, advierten algo que por la razón que fuere les significativo y que evidencia la sintonía del con ese interés instintivo.

Los mecanismos de atención de nuestro cerebro evolucionaron hace centenares de miles de años para permitimos sobrevivir en la jungla de garras y dientes en la que las amenazas que acechaban a nuestros ancestros se hallaban dentro de una determinada franja visual, cuyo rango de velocidad iba desde la arremetida de una serpiente al ataque de un tigre. Nosotros hemos heredado el diseño neuronal de aquellos ancestros cuya amígdala fue lo suficientemente rápida como para ayudarlos esquivar reptiles y tigres.

Al cerebro le resulta imposible ignorar los rostros emocionalmente cargados en, especial los enfadados. Esto tiene mayor relevancia porque el cerebro ascendente escruta de continuo en busca de amenazas, lo que sucede mas alla del campo consciente

Estamos programados para prestar una atención refleja a  "estímulos supra normales”  ya sea para nuestra seguridad, nutrición o sexo.

Esta captura de la atención preseleccionada ascendente ocurre de  un modo tan automático como involuntario. Estamos más expuestos a que las emociones guíen de este modo nuestra mente cuando estamos divagando, cuando sestamos distraídos o cuando nos vemos desbordados por la información, o en los tres casos a la vez.
  
Los secuestros emocionales están desencadenados por la amígdala de la que ya hablamos en nuestros primeros viajes, una especie de radar cerebral que escanea continuamente nuestro entorno en busca de peligros y amenazas. Pero, cuando estos circuitos se centran en algún peligro, envía una andanada de señales a las regiones prefrontales a través de una superautopista de circuitos neuronales ascendentes que dejan al cerebro superior a merced del inferior. Entonces nuestra atención se estrecha y se aferra  a lo que nos preocupa, al tiempo que nuestra memoria se reorganiza, favoreciendo la emergencia de de cualquier recuerdo relevante para la amenaza a la que nos enfrentamos, mientras nuestro cuerpo, impregnado de las hormonas disparadas por el estrés, prepara a nuestras extremidades para respuestas de de lucha o huida.

La superautopista neuronal que va desde la amígdala hasta el área prefrontal  tiene dos ramas que se dirigen a las regiones prefrontal izquierda y prefrontal derecha. Cuando nos vemos secuestrados, los circuitos de la amígdala capturan el lado derecho y pasan a primer plano. Pero la región prefrontal izquierda también puede enviar señales que apaciguen ese secuestro.

La resiliencia emocional se refiere a la prontitud con que nos recuperamos de un contratiempo. Las personas muy resilientes, es decir, las que más rápidamente se recuperan pueden experimentar una activación de la región prefrontal izquierda 30 veces superior a la de quienes son menos resilientes.La buena noticia es que durante este viaje con Daniel Goleman veremos cómo podemos fortalecer los circuitos prefrontales izquierdos que cumplen con la función de sosegar la a amígdala.

FELIZ SEMANA!!!!!


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