Cambios, crisis, recesión, depresión,… la verdad es que cuesta no dejarse influir por el sentimiento derrotista y depresivo que inunda los medios de comunicación en general.
¿Acaso echamos de menos la falta de creatividad de nuestros líderes para salir de esta crisis?
Hoy dedicaremos este rato del día a:
LA CREATIVIDAD Y SUS CAPRICHOS,
como continuación del capítulo que comenzamos ayer del POZO INEXPLORADO DEL TALENTO HUMANO.
Este capítulo se lo dedico con especial cariño a un buen compañero, amigo y encima con la suerte de formar parte de su equipo, y a un momento maravilloso del día, tempranísimo de la mañana cuando apenas el astro rey nos empapa con sus primeros haces de luz, en el que su creatividad aflora, y que cariñosamente hemos apodado como “el gallumbos meeting”
Trataremos de la importancia estratégica de la creatividad como actitud y característica diferencial de la conducta. La inteligencia seguirá haciendo notar su presencia, pero trabajemos su humildad quitándole protagonismo en aras de la creatividad. Trataremos de desmitificar ese halo de misterio que rodea a la creatividad, para describirla, parafraseando a Isaac Asimov, como un rasgo común del ser humano,
La creatividad paradójicamente se asienta en el mundo del subconsciente para luego cruzar la frontera y aflorar en la consciencia. Así, la creatividad se instala, asienta y descansa en el subconsciente donde gobiernan la espontaneidad, la improvisación y la naturalidad más radicales. Así la caprichosa dama se levanta temprano, con el primer despuntar del sol, recoge sus enseres y cruza la frontera a u reino de rostro más serio, enjuto y responsable llamado conciencia. Aquí la imprevisión y frescura del subconsciente cede el paso a la organización, la agenda, la planificación y el trabajo realizado a conciencia. Así pues la creatividad vive en ambos mundos y no vive en ninguno.
El proceso creativo según Ned Hermann, consta de interés, preparación, incubación, iluminación, verificación y aplicación. “La duda es el padre de la tolerancia y la curiosidad” Quien no dudad pocas certezas puede tener. Quien no dudad carecerá de convicciones y andará sobrado de fanatismo y violencia. “La duda es la madre de la Invención”, y por tanto la creatividad.
“El origen de la creatividad es la mente inconsciente, ese estado de existencia incipiente en la penumbra de la imaginación y justo en el vestíbulo de la consciencia. La imaginación…la verdadera creadora interna, instantáneamente a partir del caos de los elementos o fragmentos destrozados de los recuerdos, arma alguna forma que se ajusta a ellos”. Así se reclama la presencia del consciente para enfatizar la naturaleza dual del periodo incubatorio. ”La fase preparatoria involucra intentos conscientes por resolver el problema, usando o adaptando explícitamente métodos conocidos. Con frecuencia, no hay ningún éxito evidente: la experiencia es frustrante, porque pareciera ser no productiva. Es durante la segunda fase, que puede durar minutos o meses, cuando las innovaciones provechosas se generan por primera vez.
La mente consciente está concentrada en otra cosa, en otros problemas, otros proyectos, quizás incluso en un viaje. Pero debajo del nivel de conciencia las ideas se combinan de forma continua con una libertad negada al pensamiento racional despierto (la incubación involucra trabajo mental productivo). Después viene el destello de la imaginación, la súbita imaginación es un signo manifiesto de un largo trabajo inconsciente previo. Por fin, la resolución deliberada del problema domina nuevamente, cuando las nuevas comprensiones conceptuales son detalladas y probadas. En la ciencia y la matemática es natural hablar de verificación; en las artes, es mejor el termino mas general de evaluación”. (Boden).
Precedido y seguido por un periodo de trabajo consciente. El padre, el consciente, siempre vigilando al niño inconsciente para que este, en su lozanía envidiable y ausencia de tabúes, alumbre lo que al padre se le escapa.
Así las cosas, a fuer de trabajo, constancia, esperanza, ilusión y humor, el menú creativo está a punto de cuajar, dejemos hacer al horno su labor, al tiempo su trabajo. Pero deber aquí hacer un aviso y un llamamiento al que quiere hacer de la cantidad la excelencia. Nada se incuba en la tensión artificial y ruidosa, el exceso bloquea y embota las neuronas. El estrés estupidiza y cierra muchas cañerías por donde circularían libres y ligeros pensamientos y creaciones atrevidas de las que estamos muy necesitados.
Hecha la luz, necesitamos verificar la potencia y duración del producto ideado. Se está en fase de evaluación, de sopesar y probar el verdadero alcance de lo intuido. El proceso culmina en la acción. “Genio es aquel que, en todo instante, sabe plasmar en hechos sus pensamientos”. Pensamientos-hechos, reflexión-acción, matrimonio vital en una vida creativa y liderada por uno mismo.
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